El De Japón (Resumen)
Ya estamos aquí… Todo fue bien, sin ningún problema incluso en los momentos más críticos, y podemos decir que estamos sanos y salvos en casa y con un poco de Japón en las venas…
Y bueno, tampoco voy a extenderme con el viaje porque, todo lo que no pudimos actualizar el otro blog desde Japón, lo intentaremos hacer ahora, así que os remito allí para más información…
Pero sí tengo que decir varias cosas sobre el viaje, ¿no? Que al fin y al cabo es lo que estáis esperando…
- El viaje en sí, los aviones, los enlaces, etc, es una auténtica paliza. Pero, aconsejable. No todos los días se tiene la posibilidad de conocer otra cultura totalmente diferente. Y sobretodo, aprender de ella.
- Lo que más llama la atención de Japón es creo que precisamente eso, la mentalidad y la forma de ser que tiene allí la gente. Muy respetuosos (sobre todo con los extranjeros. De Gromitillo no se han reído ni una vez), muy ordenados (a veces en exceso, aunque igual eso nunca es malo) pero al mismo tiempo muy cerrados (se hace así, y así se hace).
- Si algún día vais, no esperéis encontrar grandes monumentos o edificios, rascacielos, cosas así. No vais a ver algo que os impresione debido a su impacto visual… Pero sí en cuanto a su magnitud. Los japoneses no llaman la atención nunca, hacen las cosas para que no impacten, pero si tienen que construir algo inmenso (a la memoria me viene la lonja de Tsukiji) lo harán… Y de qué forma.
- El transporte allí es IMPRESIONANTE (y esto es algo que sí que llama la atención). Trenes urbanos (como los cercanías de aquí pero bien) y metro, todo puntual al extremo, todo bien comunicado, una red extensa y, eso sí, en horas punta lleno hasta las banderas (por fin conocimos a los famosos empujadores).
- La comida… Deliciosa. No creo recordar nada que hayamos probado que dijésemos que estaba malo. Tampoco hemos probado cosas en exceso, pero sí que hemos tenido una dieta más o menos variada, y nada nos ha defraudado. No podemos decir lo mismo de las bebidas, porque tienen cosas que podemos decir que no son nada recomendables.
- El nivel de vida es elevado. Y lo nota el bolsillo. Pensábamos que se podría sobrevivir de supermercado, y de hecho lo hemos conseguido sin salirnos del presupuesto, pero como bien se dice por ahí, el nivel de vida allí es otro muy distinto al que tenemos aquí. Pero si el nivel de vida es elevado, el espacio es todo lo contrario. Los japoneses son pequeñitos y todo (TODO) está hecho a su medida... A veces eso supone un problema.
- Del idioma no se debe de preocupar uno. El inglés te sirve para defenderte sin ningún problema, y un poco antes, o un poco más tarde, acabas diciendo tus primeras palabras en japonés, cosa que allí te saben agradecer con una ligera sonrisa y una leve reverencia.
Y creo que… Para resumir, tan sólo puedo decir que Gromitillo y yo estamos en casa cansados, destrozados, tirados en el sofá sin poder movernos demasiado, pero encantados de haber pasado estos días en el país del sol naciente. Se disiparon las dudas prematuras. Ha merecido la pena.
Ciudad Sin Ley